La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León tiene entre manos la tramitación de un Plan contra la lacra de los venenos, denominada «Estrategia regional de Castilla y León para la lucha contra el uso de cebos envenenados en el medio natural».
Desde la Consejería de Medio Ambiente precisaron ayer que ya han sido recibidas las alegaciones pertinentes al documento. Dicho texto normativo seguirá su curso para entrar en vigor, primeramente con su estudio por el Consejo Asesor de Medio Ambiente y, finalmente, con su aprobación por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, que se reúne todos los jueves. Puntualizaron al respecto, en Medio Ambiente, que son dos fases con periodos más breves que las anteriores, aunque todavía no se puede concretar la conclusión.
En dicho Plan se pone de manifiesto claramente que «el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural constituye una de las prácticas más lesivas para la conservación y supervivencia de numerosas especies de la fauna silvestre, muchas de ellas amenazadas y algunas incluso en peligro de extinción».
También señala que tales episodios de envenenamiento «justifican que las administraciones públicas con competencia en la materia hayan adoptado diferentes medidas dirigidas a la erradicación de esta práctica». Apunta en el texto del Plan que «ante un recrudecimiento del problema se ha producido en la última década una fuerte reacción, impulsada en 1998 con la creación del Programa Antídoto por parte de algunas de las principales ONG conservacionistas del país y por las administraciones del Estado y de las comunidades autónomas».
Previamente, en 1997, se había creado un Grupo de Trabajo de Ecotoxicología en el seno del Comité de Flora y Fauna. El 23 de septiembre de 2004 la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza aprobó en Madrid la «Estrategia Nacional contra el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural», que definió como objetivos básicos facilitar la información y mejora del conocimiento, la prevención y disuasión del uso de cebos envenenados y la persecución del delito.
Esa Estrategia se erigió en instrumento inspirador de los diferentes planes y estrategias autonómicas en la materia.
jueves, 25 de noviembre de 2010
domingo, 21 de noviembre de 2010
Animales envenenados, al alza
Marian García / León. Durante la última década, el número de animales envenenados localizados en la provincia de León está en torno a la centena. El 60% de los casos son ejemplares de aves y el resto mamíferos. Estos son los datos que maneja el área de Medio Ambiente de la Junta en León.
Leer noticia completa en el diario La Cronica.
En lo que va de año, añaden las mismas fuentes, el número de ejemplares envenenados en la provincia leonesa asciende a 17. El problema, indican desde el Servicio del Medio Ambiente, es que “el número de ejemplares localizados en los últimos años, fundamentalmente desde el año 2007, ha aumentado de forma considerable”.
Los datos de este año confirman esta tendencia alcista de los envenenamientos de animales. Hasta la fecha, el año 2009, con 23 ejemplares envenenados, ha sido el que más cadáveres ha registrado debido a esta causa.
La explicación que dan desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente para entender el incremento de los envenenamientos pasa por “elaumento, en gran medida, del esfuerzo investigador que se viene desarrollando por parte del personal del Servicio Territorial de Medio Ambiente y a la colaboración ciudadana”.
En un desglose de los animales que más padecen los efectos de los cebos envenenados, desde la Junta de Castilla y León confirman que entre las aves, las especies más afectadas son el buitre leonado, el milano real y milano negro, cuervos, ratoneros y alimoches. Entre los mamíferos, las especies más afectadas por los envenenamientos son el zorro, perros domésticos y en menor medida el lobo.
El número de ejemplares que suele localizarse en la mayoría de los casos de envenenamiento es de uno o dos. “No obstante, con cierta periodicidad se producen episodios de envenenamientos que provocan mortandades en un mayor número de ejemplares –superior a cinco–”, indican desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente. Estos episodios, añaden, se producen con más frecuencia en la zona norte del centro de la provincia –en las comarcas de Las Omañas y la Montaña Central–. “También pueden detectarse que en un alto porcentaje de casos de estos episodios están ligados a terrenos cinegéticos”.
Las sustancias tóxicas que más se emplean para envenenar a los animales son la estricnina, el aldicarb y el carbofurano, productos todos ellos que forman parte de los componentes de los pesticidas y los insecticidas. “Todos ellos están clasificados como muy tóxicos y peligrosos para el medio ambiente y actualmente su comercialización está prohibida en la Unión Europea”, indican desde la Junta de Castilla y León.
La institución autonómica ha elaborado recientemente una estrategia regional para la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural. El objetivo básico de esta estrategia es abordar la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados de una manera integral e integrada “de modo que se avance en la solución al problema y especialmente en su afección a las especies de fauna amenazada”.
La estrategia, indican desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente, se materializará en un plan de acción con un periodo máximo de seis años, sujeto a su término a revisión, en el cual se estructuren, definan y programen las medidas concretas de lucha contra el veneno en la Comunidad Autónoma.
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