lunes, 25 de noviembre de 2019

Localizan un Águila Imperial ‘envenenada’ en una finca cinegética de Cádiz

Ecologistas en Acción

Como medida cautelar la delegación ha suspendido el coto de caza de la finca " La Zanona" durante 10 meses. Nos parece ridícula y solicitamos que se aplique la legislación y se imponga la sanción máxima que dicta la ley.


La Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo sostenible en Cádiz, confirma la muerte por envenenamiento del Águila imperial ibérica (Aquila adalberti) en la finca Zanona (término municipal de Los Barrios) dentro del Parque Natural de Los Alcornocales.

A raíz de la denuncia efectuada por Agaden-Ecologistas en Acción el pasado día 21 de octubre. Solicitando información sobre la puesta de cebos envenenados en la finca Zanona de Los Barrios, hemos recibido una carta de la delegación, donde se confirman nuestras sospechas y la muerte del Águila imperial ibérica (macho de dos años reintroducido de Andujar) por ingestión del veneno.



El Águila imperial ibérica está catalogada en la catalogo andaluza de flora un fauna amenazada como una especie en peligro de extinción (EN).

Esta especie ha sido reintroducida en esta zona del Parque Natural de Los Alcornocales, que linda con los terrenos de la antigua laguna de La Janda ,con un notable gasto de dinero publico de la Junta de Andalucía -de todos los andaluces/as-.

Incluso extrayendo ejemplares jóvenes de de la zona de Sierra Morena – como ha sido este el caso del envenenamiento- , donde tampoco está la población de águilas imperiales ibéricas consolidada.

Desgraciadamente también se confirman la muerte de un meloncillo y dos cuervos por la ingesta del veneno llamado Aldicarb, un compuesto químico de la familia de los carbamatos del que existen muchas referencias como insecticidas, acaricidas y nematicidas.

Este producto se puede usar para matar ésta u otra especie, pero su capacidad es tal que no entiende de límites y hace estragos en el medio, según las mismas fuentes, que indican que es una máquina que mata indiscriminadamente.

Las autoridades prohibieron hace ya años su uso e incluso su tenencia, aunque este último caso y otros conocidos demuestren que todavía hay un mercado negro bastante activo gracias a su poder de destrucción, incluido el medio ambiente.


Paralelamente y como medida cautelar la delegación ha suspendido el coto de caza de la citada finca durante 10 meses.

El uso de veneno está tipificada como delito en el art. 336 del Código Penal y sancionable en vía administrativa, según el art. 75.7 de la Ley 8/2003 de Conservación de la Fauna y la Flora Silvestres de Andalucía.

En este último caso, las multas pueden oscilar entre los 60.101,22 y los 300.506,05 euros, además de poder imponerse otras sanciones accesorias como la suspensión o inhabilitación de la actividad cinegética por un período de tiempo comprendido entre los cinco años y un día y los 10 años, así como la ocupación de los medios empleados y de las piezas obtenidas.

Ante estos graves hechos desde Agaden-Ecologistas en Acción hacemos la siguiente valoración:
  • Valorar positivamente la actuación de todas las personas que han intervenido en el operativo de esta investigación, aún no finalizada.
  • Dar un “tirón de orejas” a aquellas personas que han intentado ocultar este grave hecho que ha salido a la luz pública gracias a la denuncia ambiental.
  • La suspensión de 10 meses, nos parece ridícula y solicitamos que se aplique la legislación y se imponga la sanción máxima que dicta la ley.
  • El veneno utilizado puede pasar a la cadena humana, el tema es suficientemente grave, ya que en la finca también se cazan anátidas y han podido ser contaminadas.
  • También solicitamos si en las inspecciones posteriores que se están realizando, se nos informe si han encontrado más zonas de la finca con venenos.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Un águila real envenenada destapa una masacre de fauna silvestre

GREFA, Agosto 2018
Este joven del año de águila real fue encontrado muerto, encaramado en una higuera, con claros síntomas de envenenamiento como posteriormente se demostró.
El descubrimiento, realizado por un equipo de radio-rastreo de GREFA, se produjo en el transcurso de una jornada de seguimiento de buitres negros y en especial de "Susana", el águila imperial recuperada en el Hospital de Fauna que esta asociación tiene en Majadahonda
Avisados los Agentes Medioambientales de Castilla La Mancha, se procedió a retirar el cadáver según el protocolo establecido en estos casos dentro del "Programa Antídoto". Además, un viticultor nos informó de la muerte por veneno de varios perros de caza, lo que definitivamente nos hizo presagiar lo peor.
Con este precedente se montó un dispositivo de investigación y vigilancia de los agentes medioambientales, que culminó con la localización de otras 15 rapaces envenenadas, según demostraron los análisis realizados por la Junta de Castilla La Mancha en el Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC) de Ciudad real.
Águila real envenenadaÁguila real envenenadaÁguila real envenenada
No es la primera vez que mueren envenenadas águilas imperiales, reales, buitres negros y otras rapaces en este sumidero de Toledo, colindante con Madrid; incluso han caído buitres negros marcados por la asociación GREFA y que eran seguidos desde hacía años, como es el caso de "Danzante".
Se da la circunstancia de que "Susana" viene utilizando como dormidero, con al menos otras dos jóvenes águilas imperiales, unos árboles muy cercanos al lugar donde apareció muerto el águila real. El lugar es utilizado como área de alimentación y dispersión de muchas aves de presa, debido a la importante densidad de conejos, liebres y perdices que les sirven de alimento.
Susana perfectamente reincorporada y adaptada. Por otra parte y aunque su área de residencia temporal sea sumamente peligrosa, nuestra gran hembra de imperial controla perfectamente el espacio donde ha decidido sedimentarse momentáneamente. El seguimiento prolongado nos está permitiendo observar comportamientos territoriales, que aunque tímidos la han hecho interaccionar y relacionarse con varias imperiales, incluso tontear con un subadulto de numerosas manchas oscura que le sitúan cerca de los adultos.
En los últimos días se la ha visto jugando con ramas y palos con otros dos machos de dos y tres años, intentando construir un nido virtual en un par de árboles dentro de su territorio. En una ocasión vimos a los tres volando juntos por el río Alberche entre Madrid y Toledo. Por desgracia una de estas águilas imperiales sea posiblemente una de las rapaces envenenadas. Otra vez coincidió con “Granadilla”, el joven buitre negro marcado en el norte de Cáceres, cuando este iniciaba la dispersión desde Monfragüe y en otra mucha ocasiones con buitres negros de Valdemaqueda y Lozoya.
Ha pasado algo más de un año desde que se liberó en Sevilla la Nueva (Madrid), y ya podemos asegurar que su adaptación y por lo tanto su tratamiento y recuperación en el hospital de GREFA, ha sido un total éxito. Los equipos de seguimiento de GREFA continuaran con su seguimiento y en la medida de los posible, intentaremos evitar que sea envenenada por los delincuentes y matarifes de nuestra naturaleza.

lunes, 3 de abril de 2017

Cada envenenamiento mata a 17 ejemplares salvajes

Un informe de Ecologistas en Acción analiza casos de envenenamiento en toda España entre 2010 y 2015 para poner el foco sobre este problema.


Imagen de archivo de dos águilas perdiceras envenenadas.HA

El envenenamiento de fauna salvaje "está muy extendido en España" y no encuentra remedio eficaz desde las distintas administraciones territoriales. Este diagnóstico lo realiza la organización Ecologistas en Acción, que hace unos días presentó un informe en el que da cuenta de los casos más graves de los que ha tenido noticia entre los años 2010 y 2015 en todo el territorio español.


En total, el documento contiene 54 casos de envenenamiento con 927 ejemplares de diferentes especies (aves, lobos, lagartos, etc.) afectados. Una cifra que no contabiliza a las miles de abejas que murieron por uno de estos execrables episodios en la localidad murciana de Calasparra en febrero de 2015, porque entonces estaríamos hablando de miles de ejemplares fallecidos a causa de veneno.

No es la primera vez que la organización ecologista publica este tipo de informe. Ya lo hizo en el lustro 2006-2009 y aquí reside uno de los aspectos más preocupantes de esta problemática: apenas se ha avanzado en su erradicación, de hecho, las cifras han registrado en algunos aspectos un empeoramiento. "El número de casos graves registrados se mantiene en una ratio similar a la del informe precedente", indican desde la organización para añadir que "se han contabilizado un 80% más de animales afectados".

De los 54 casos documentados entre 2010 y 2015, cuatro tuvieron lugar en Aragón, comunidad que es señalada por Ecologistas en Acción como la comunidad en la que más alimoches mueren (unos 430 cada años) en episodios de envenenamiento. Este animal, según la organización, ha perdido el 70% de su población en el valle del Ebro.

Los casos aragoneses

El documento publicado recientemente, además de señalar los agentes venenosos utilizados en cada caso, analiza las circunstancias y las personas o colectivos que están detrás de los mismos y si recibieron una condena de los tribunales o la administración.Los cuatro envenenamientos registrados en Aragón se saldaron con 10 animales afectados. Entre ellos, quebrantahuesos, águilas (perdiceras y reales) o un zorro, entre otros.

Cada episodio tuvo desencadenantes diferentes, entre los que figuran conflictos agroganaderos, columbicultura, ganadería o caza.

El primer caso documentado en Aragón en el periodo de referencia tuvo lugar en Abizanda (Huesca), en febrero de 2010. Se utilizaron diazinón y bromadiolona y el animal afectado fue un quebrantahuesos. Un año más tarde, en marzo de 2011, varias personas utilizaron carbofurano en un campo de Valmadrid (Zaragoza) para acabar con dos águilas perdiceras y un zorro. Este fue el único episodio aragonés con castigo en los tribunales, algo que tuvo lugar en abril de 2013. También en 2011, en el mes de julio, fue localizado un quebrantahuesos envenenado con permetrina en Villanúa. El caso se asoció con la ganadería.

El episodio más mortífero en la Comunidad tuvo lugar en enero de 2013 en la localidad oscense de Torrente de Cinca. Cinco águilas reales fueron envenenadas con un compuesto llamado aldicarb. El caso fue asociado con la caza y, según consta en el documento de Ecologistas en Acción, la misma semana hubo en Torrente otros dos episodios más de envenenamiento.

Huesca es la provincia aragonesa con más casos. De acuerdo con el análisis realizado por la organización ecologista, mientras que la situación a nivel nacional se ha mantenido invariable, o ha empeorado en algunos casos, en los últimos años, en Aragón se ha tenido noticia de menos casos. Aunque en este sentido hay que resaltar que, de acuerdo con Ecologistas en Acción, solo una parte de los envenenamientos salen a la luz. Castilla y León y Castilla-La Mancha concentran la mayoría de los casos.

"Las especies objetivo del veneno en España varían ostensiblemente dependiendo de la problemática asociada, desde potenciales predadores de especies cinegéticas (zorros, mustélidos, rapaces…) en cotos de caza menor, hasta osos y lobos (también frecuentemente perros de caza o asilvestrados) en sectores con gran implantación de los usos ganaderos", valora el informe.

"Las administraciones competentes deben mostrar una voluntad decidida de combatir el uso del veneno", sentencian desde Ecologistas en Acción. Se trata de una conducta delictiva, añaden, que debe perseguirse con todos los medios. Añaden que las autonomías deben elaborar estrategias de actuación y destinar medios humanos y materiales. En cuanto a la Justicia, advierten de que es necesaria mayor implicación y condenas más duras.

lunes, 1 de agosto de 2016

Aragón es la Comunidad donde más alimoches han muerto por el uso de veneno


Este buitre, catalogado como vulnerable, ha perdido el 70% de su población en el valle del Ebro. Cada año unos 430 animales mueren por el uso de veneno.
ACTUALIZADA 31/7/2016 A LAS 08:44

V. MILLÁN. ZARAGOZA


El alimoche envenenado en Torralba de Aragón.Gobierno de Aragón

Hace unos días, la DGA confirmaba el envenenamiento de un alimoche en Torralba de Aragón (Los Monegros). Era el quinto ejemplar que en los últimos años se encontraba muerto en la misma zona, en la intersección entre tres cotos de caza, todos al parecer,fruto del uso deliberado de veneno para mamíferos.

El caso “de especial gravedad por su reincidencia” según explicó el Gobierno de Aragón, ha sido remitido a la Fiscalía provincial, entendiendo que se trataba de un envenenamiento intencionado de ejemplares de la fauna silvestre, tipificado como delito por el Código Penal, y también recogido como infracción grave en la Ley de Caza de Aragón.

Este último episodio ha sido criticado por las asociaciones ambientalistas y las oenegés dedicadas a la conservación de las aves al entender que no se está poniendo solución a un problema que se arrastra desde hace muchos años. El alimoche, el buitre más pequeño de Europa, concentra su población durante su viaje estival al viejo continente en España. Aquí, su población se extiende por casi toda la península, pero es en Castilla y León y Aragón (con unas 250 parejas censadas) donde más se asienta.

Sin embargo el veneno ha sido el causante en solo diez años de la muerte de 35 de estas aves en Aragón, la Comunidad en la que, según un informe publicado este verano por SEO Birdlife y WWF, más muertes se han dado por esta causa desde 2005,.

“Hay un problema de control y regulación a nivel estatal sobre el uso de venenos, que es muy difícil de controlar, pero ante el que la administración tampoco pone todos los medios. En Aragón, al tener una de sus mayores concentraciones, es donde el alimoche más lo sufre”, señala Luis Tirado, delegado de SEO en la Comunidad.

A ello se suma también la convivencia del alimoche con la ganadería extensiva. A pesar de que el Gobierno de Aragón lleva años con una red de comederos para aves necrófagas, el uso de raticidas en las explotaciones y de otros venenos para prevenir plagas, también ha repercutido sensiblemente en su población.

Como consecuencia de todo esto, Aragón, y en especial el valle del Ebro, es una de las zonas donde más se ha reducido su población. En 2010, un informe también de estas dos asociaciones, calificaba su retroceso en cerca de un 70%. “Hoy las estimaciones siguen siendo las mismas. El problema -señala Tirado- es que en el resto de España hemos podido ver cómo sí que ha crecido mínimamente su población mientras aquí seguíamos a la baja”.Unos 430 animales salvajes mueren cada año en Aragón por culpa del veneno

Aunque el caso del alimoche, al estar protegido, está más perseguido, no es ni mucho menos el único caso en el que animales, tanto aves como mamíferos, mueren por culpa del uso ilegal del veneno.

Según los datos de WWF y SEO, en Aragón se estima que mueren cada año unos 430 animales a raíz de esta causa. De ellos, el buitre leonado, con 91 especímenes muertos desde 2005, es el otro gran protagonista junto con el alimoche.

A pesar de esto, las ONGs avalan el papel que se ha seguido en los últimos años desde la DGA, siendo una de las pocas administraciones autonómicas que han catalogado todos los casos conocidos además de haber hecho “un importante esfuerzo en recogida de cadáveres e informes forenses” en el centro de recuperación de La Alfranca, según señalan desde las asociaciones.

jueves, 12 de septiembre de 2013

El topillo y su posible tratamiento hacen saltar las alarmas entre los cazadores de Castilla y León

La Federación Castellano Leonesa de Galgos, ha manifestado su más absoluto rechazo a las medidas tomadas por el Comité Científico de la Comisión de Roedores de la Junta de Castilla y León, en la que se aprobó, entre otras medidas, la quema de cunetas y, si es necesario, la utilización de raticidas o rodendicidas en las zonas donde los topillos están repuntando...   Seguir leyendo

lunes, 1 de julio de 2013

Condenan a dos criadores de palomas por el envenenamiento de dos águilas perdiceras en Aragón

La Audiencia Provincial de Zaragoza ratifica en una nueva sentencia la condena dictada en primera instancia que obligaba al pago de una multa de 5.760€ y de 33.015€ en concepto de responsabilidad civil por las dos águilas perdiceras envenenadas.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha confirmado la sentencia del Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza que condenó a dos miembros de una sociedad de colombicultura (cría de palomas) de Valmadrid (Zaragoza). A cada uno de ellos se les ha condenado al pago de una multa de 8 euros diarios durante 24 meses por la comisión de dos delitos contra la fauna (art. 334 y 336 del Código Penal), se les inhabilita para cazar durante cuatro años y se les imponen parte de las costas del proceso.

Además, los condenados deben indemnizar, en concepto de responsabilidad civil, ala Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón por el valor de las dos águilas perdiceras, fijado en 33.015€ en base a la valoración incluida en el Plan de Recuperación del águila perdicera en Aragón, aprobado por el Decreto 326/2011 de 27 de septiembre.

La sentencia dictada por el juzgado de lo Penal fue recurrida por los acusados ante la Audiencia Provincial que ahora ratifica la condena inicialmente adoptada.

David de la Bodega, coordinador del Life+VENENO afirma: “Esta nueva sentencia ratifica las consecuencias penales del uso de cebos envenenados y reconoce el impecable trabajo de investigación realizado por los agentes de protección de la naturaleza de Aragón y el Seprona para el esclarecimiento de los hechos”. Y añade: “La personación del Gobierno de Aragón en la causa ha supuesto sin duda un apoyo imprescindible para todo el proceso que debería servir de ejemplo a otras comunidades autónomas. Le corresponde ahora a la administración aragonesa dictar las medidas de recuperación del medio afectado por el veneno, que deberán ser asumidas por los condenados”.

El caso

Los hechos sucedieron el pasado 8 de marzo de 2011, cuando Agentes parala Proteccióndela Naturalezade Aragón y miembros del Servicio parala Proteccióndela Naturalezadela Guardia Civil(Seprona) recuperaron los cadáveres de dos águilas perdiceras envenenadas en el paraje de Rebollar, a escasos trescientos metros de las instalaciones de una sociedad de colombicultura, en el término municipal de Valmadrid.

Las investigaciones dieron lugar a la imputación de tres personas como presuntas autoras de un delito relativo a la protección de la flora, la fauna y los animales domésticos. Dos de ellos reconocieron a los agentes y ante el Juzgado de Instrucción la colocación en terrenos próximos a su propiedad de cebos con venenos para ahuyentar a los zorros que merodeaban por las cercanías y amenazaban su palomar.

Situación del águila perdicera en Aragón

El águila perdicera es el ave rapaz más amenazada de Aragón, donde cuenta con una treintena de parejas. La tendencia de su población es claramente regresiva, especialmente en las provincias de Huesca y Teruel donde, en 2010 se habían contabilizado tres y diez parejas respectivamente de las treinta mencionadas.

Por esta razón está catalogada como “en peligro de extinción” en el Catalogo de especies amenazadas de Aragón, que es la máxima categoría de amenaza contemplada por la legislación autonómica.

El proyecto Life+ VENENO tiene como objetivo lograr una disminución significativa del uso de veneno en España. El proyecto, con un presupuesto de 1,6 millones de euros, de los cualesla Comisión Europea cofinancia el 40% yla Fundación Biodiversidad el 26%, se desarrolla entre 2010 y 2014.

SEO/BirdLife, el Fondo parala Conservacióndel Buitre Negro yla Juntade Comunidades de Castilla-La Mancha son los beneficiarios del proyecto. Los cofinanciadores son el Cabildo de Fuerteventura,la Juntade Andalucía y el Gobierno de Cantabria.La Editorial AméricaIbéricacolabora con el proyecto y otras doce comunidades autónomas y un cabildo participan en diferentes acciones.

jueves, 14 de marzo de 2013

Comienza el periodo más grave de uso de cebos envenenados en el campo

SEO/BirdLife y la Real Federación Española de Caza (RFEC) recuerdan a todos los colectivos implicados la necesidad de intensificar las labores de investigación para evitar este delito.

Entre marzo y junio, cuando se suspende la temporada de caza, se producen la mayoría de los episodios de envenenamiento de fauna silvestre registrados en el medio natural.

La finalización de la temporada de caza a mediados del mes de febrero marca el inicio del periodo más grave en el uso de cebos envenenados. Este espacio de tiempo coincide con los meses en los que se produce la cría de la perdiz, intensificándose el uso de cebos envenenados para eliminar zorros o aves rapaces que depredan sobre ésta y otras especies como el conejo. Se trata de una forma de control de la depredación devastadora y no selectiva que afecta todos los años a numerosas especies amenazadas, y que además está considerada un delito según el artículo 336 del Código Penal.

Asunción Ruiz, Directora Ejecutiva de SEO/BirdLife, señala que “a pesar de ser un delito que afecta a nuestros patrimonio natural y pone en peligro nuestra propia salud, desgraciadamente se sigue utilizando este método ilegal para controlar depredadores. Durante este periodo es fundamental el incremento de las labores de investigación y prevención que los agentes de la autoridad realizan para controlar el uso del veneno, especialmente en aquellas zonas donde se estén registrando casos de envenenamiento. Es inaplazable la erradicacion del uso del veneno en el campo”.

La RFEC anima a todos los miembros del colectivo cinegético a ser implacables con todos aquellos que utilizan veneno, ya que “su uso no sólo produce un gran desequilibrio medioambiental sino que daña la imagen de todo el colectivo, comprometido en la lucha contra esta práctica ilegal”.

Uso de cebos envenenados

A pesar de ser ilegal y no efectivo, el veneno se sigue utilizando para eliminar depredadores. La colocación de cebos envenenados es una práctica arraigada en nuestros campos, completamente ineficaz para los objetivos que persigue, además de un método masivo, no selectivo y cruento para la fauna. Por ello, está prohibido por la legislación nacional y autonómica y aparece tipificado como delito en el Código Penal. El veneno en el campo supone un riesgo para la salud pública, para el medio ambiente y para nuestras mascotas.

SEO/BirdLife es coordinador del proyecto Life+ VENENO que tiene como objetivo lograr una disminución significativa del uso de veneno en España. El proyecto, con un presupuesto de 1,6 millones de euros, de los cuales la Comisión Europea cofinancia el 40% y la Fundación Biodiversidad el 26%, se desarrolla entre 2010 y 2014.