lunes, 14 de diciembre de 2009

Denuncian la muerte de un alimoche envenenado en Buseco, entre Tineo y Valdés

La Coordinadora Ornitolóxica exige una estrategia contra los cebos envenenados. Leer noticia del 29 Julio de 2008 en el periódico La Nueva España

Oviedo, L. M. A. La Coordinadora Ornitolóxica d'Asturies (COA), ONG dedicada al estudio y a la conservación de las aves en el Principado, ha denunciado la muerte de un alimoche común adulto, supuestamente envenenado, en la zona de Buseco, a caballo entre los concejos de Tineo y Valdés. El cadáver de la rapaz apareció al lado de un cebo. El hallazgo se produjo a finales del pasado mes de junio, pero ha sido divulgado recientemente. El alimoche común es una especie globalmente amenazada, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que lo incluyó en su lista roja de especies amenazadas en septiembre de 2007 debido a la pérdida de más de la mitad de su población en las tres últimas décadas. La COA denuncia el uso reiterado de veneno en el occidente de Asturias y, concretamente, «en Allande y en Tineo».
Éste es el principal factor responsable de la disminución de las poblaciones de alimoche. Así lo señala el informe «El veneno en España (1990-2005)» elaborado por Adena-WWF, que recoge 144 casos de alimoches muertos por esta causa y estima que el número de ejemplares localizados representa apenas un 5 por ciento de la cifra real, que se situaría, por tanto, en 2.880 individuos, más que el total de la población reproductora de España (1.400 parejas en el censo nacional de 2002). Este supuesto caso de envenenamiento en los montes de Tineo y Valdés se suma a otros registrados en los últimos años. Así, el 3 de julio de 2007 se descubrieron dos aves adultas muertas en los Picos de Europa, en una zona limítrofe entre Asturias y Cantabria, y en 2004 aparecieron dos adultos supuestamente envenenados al pie de su nido, en el concejo de Parres, y otro en Arbeyales, en el parque natural de Somiedo. En los dos últimos lugares la especie dejó de reproducirse en años sucesivos, aunque, según datos de la COA, esta temporada una pareja lo intentó, sin éxito, en la mencionada localidad somedana. A pesar de la mortalidad ocasionada por el veneno, que se extiende al buitre leonado, la población asturiana de alimoche común se mantiene estable en torno a medio centenar de parejas, frente a la clara tendencia regresiva del conjunto de la población española y mundial. La escasez de alimento generada por la normativa que regula la gestión de subproductos animales no destinados a consumo humano y que obliga a retirar las carroñas de ganado del monte también está perjudicando a esta especie y al conjunto de las aves carroñeras ibéricas, que dependen históricamente de las cabañas ganaderas en régimen extensivo. Las organizaciones ecologistas y los expertos en estas rapaces han exigido una modificación legislativa que permita dejar cadáveres de ganado en el monte para sustentar a los buitres. La COA también ha reclamado al Gobierno del Principado una estrategia contra el veneno, en una reunión celebrada el pasado mes de febrero con responsables de la Consejería de Medio Ambiente. El uso ilegal de venenos es uno de los principales problemas de conservación de la fauna en Asturias y en España. Éstos se colocan, principalmente, para eliminar zorros y lobos, debido a los daños que dichos carnívoros provocan en las especies cinegéticas y en las ganaderías. Pero, con frecuencia, son otros animales los que los ingieren.

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